jueves, 7 de julio de 2011

La iglesia catolica no fomenta la pena de muerte


En punto de las 18:00 horas un guardia de la prisión de Huntsville,Texas, accionó el mecanismo que aplicó las sustancias que acabaron con la vida del mexicano Humberto Leal, quien fue sentenciado a la pena capital por el asesinato de la joven Adria Sauceda en agosto de 1994.

Y ¿quién es el juez de los jueces? ¿y la civilidad y el progreso?

La Iglesia no fomenta la pena de muerte, esto se puede ver tanto en su Doctrina, como en sus numerosas intervenciones para evitar la aplicación de la pena de muerte en las diversas naciones y salvar así la vida de los condenados.

Los tiempos modernos abren caminos diversos y más acordes con el Evangelio para salvaguardar la seguridad de la sociedad, con lo que la Iglesia está definiendo cada vez más su postura frente a la pena de muerte. En la última corrección del Catecismo se omite la frase en la que se decía que la pena de muerte podría admitirse "en caso de no existir otra posibilidad", y se limita a sostener que el gobierno ha de buscar los medios más adecuados para castigar a los criminales. Con esto la Iglesia va estrechando las posibilidades, hacia una condena cada vez más rotunda de la pena de muerte.

Oremos para que el Espiritu Santo ilumine el corazón de quiénes se creen dueños y señores de la vida.

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